13 diciembre, 2014

Apreciaciones de la FIL GDL 2014 - Argentina

¡Qué tal queridos comensalitos! ya saben que no ando muerta solo un poquito intermitente y aunque les suene a disco rayado ya saben que este año no ha sido del todo bueno para mí, entre perdidas familiares, poco tiempo y algo así como un empachamiento literario me he visto un poco alejada del blog. Sin embargo, pese a todo lo que me ha acontecido en el año, hay un evento que aunque llueve truene o relampaguee debo de asistir y ese es: La Feria Internacional del Libro en Guadalajara (FIL GDL).



Aunque es un evento que espero con muchísima ilusión debo confesar que quedé un poco desilusionada e insatisfecha; por una parte estuvo el hecho en la simpleza del pabellón del país invitado, en verdad que me pareció bastante anodino e incluso insignificante, realmente no resaltaba como el invitado de honor que era. A mí gusto pasó sin mayor gloria como dijo Piranha "ni forma ni color, parecen dos carretes de hilo ya vacíos, colocados en medio de la nada" y miren que nos jactamos de siempre querer buscar lo bueno y/o rescatable de las cosas. En verdad se ha resentido la partida de Nubia Macías Navarro (ex directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara) pues dejó un banderín de muy altas expectativas.

Foto: FILGuadalajara / Pedro Andrés. 

Igualmente pasó con la sección de FIL niños, las decoraciones para los pequeñines no estaban nada bonitas ni llamativas me pareció que cogieron y reciclaron lo que pudieron. Cero color, cero imaginación, cero fantasía. No vi nada que llamara mi atención siquiera para tomar una fotografía.

Foto: FIL Guadalajara / Jean Carlo Aranda

En cuanto a la organización se refiere siento que le fallaron, al menos a lo que en módulos de firmas se refiere, el ejemplo que más me saltó al ojo fue que Laini Taylor y John Katzenbach estuvieron prácticamente juntos y la multitud de gente que estos dos escritores jaló fue impresionante, se llegaba a estorbar el paso de aquellos que no buscaban conseguir su firma. Lo mismo pasó con Benjamin Lacombe (la única firma que conseguimos y por gracia de un pelo de rana calva).


Piranha dice:

Yo por mi parte estoy completamente de acuerdo con Betta Real y de igual manera me siento un tanto decepcionada al respecto, se sintió y fue evidente no sólo la falta de organización, sino también falta de ese no sé qué, que quién sabe cómo que hace de la estancia en la FIL algo maravilloso y adictivo. Esa necesidad de ir a diario a ver qué se puede pescar simplemente no se hizo presente e incluso tengo la impresión de que este año todo lucía más pequeño.

El orden y organización en módulo de firmas brilló por su ausencia durante la estancia de los autores que menciona Betta (desconozco si pasó lo mismo con los demás, pues esa falta de atracción nos hizo no asistir a diario), incluso me han comentado que muchos de los que hicieron fila desde temprano no alcanzaron a llegar frente a Taylor y Katzenbach debido a que hubo muchos colados, que no se respetó como se debía el reparto de fichas. Exceso de interesados y poca organización no se llevan nada bien. A Laini terminamos viéndola desde la lejanía porque una horda de lectores hipersensibles la rodeaban, eso sin contar una fila que no sólo serpenteaba por gran parte del Área Internacional, sino que también estaba a un pelito de comenzar a invadir la Nacional.

Foto por: Piranha

El único momento que puedo decir fue medianamente disfrutable como en años anteriores fue en Penguin Random House con las cajitas del mal, siempre es un placer lograr meter libros en ellas y pagar menos del valor de uno por cada caja. Digo medianamente disfrutable porque a decir verdad no había demasiado de donde elegir, al menos no del todo a nuestro gusto, todos los estantes lucían como puestos de mercado donde ya toda la fruta y verdura que queda está manoseada y no muy llamativa, fue como ir a cazar sobritas, aunque no puedo negar que de entre esos libros quedados salieron varios con muy buena pinta.


En fin, podríamos seguir por muy buen rato sacándole mil pies al gato y no terminaríamos, así que ya para concluir todo este mar de detalles no tan gratos podemos decir que:

¡La FIL 2014 dejó mucho que desear!
(a nuestra personal opinión claro está)

Nos dejó un sabor de boca entre agridulce y amargo...


Sinceramente y sin pelos en la lengua podemos decir que es la Feria que menos nos ha gustado, le faltó feeling y mucho más.

¿Ustedes qué opinan al respecto? ¿Qué les pareció?

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Café de tinta y Galletas literarias Published @ 2014 by Ipietoon